sábado, 3 de octubre de 2015

Un poeta (insumiso) en Londres

"Pocos lugares, en este Londres tumultuoso, son más inspiradores. En pocos puede uno caminar como por aquí, donde cree caminar por su interior." (Eduardo Moga, 'Battersea Park') 

Buenos días amig@s, y bienvenidos a un nuevo post de Culture&Biz. Recientemente tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación de Corónicas de Ingalaterra (sic), obra de Eduardo Moga, que tuvo lugar en la librería Laie de Barcelona. Publicado por La Isla de Siltolá (2015), el libro recoge las entradas diarias que el escritor barcelonés realizaba en su blog homónimo durante el año de estancia en la ciudad del Támesis.




"Una fascinante mezcla de diario, crónica de viajes, relato de ficción y memorias personales, con el sello inequívoco de uno de los mejores poetas españoles actuales", puede leerse en la contraportada. La introducción de la sesión estuvo a cargo de José Ángel Cilleruelo, también poeta y autor del prólogo de la obra, y de Juan Vico, escritor.

Eduardo Moga -un alma libre, sin pelos en la lengua- comenzó su parlamento asegurando que "Gran Bretaña y España están muy lejos culturalmente", siendo ese contraste vivo el principal nutriente de sus historias: desde la preeminencia civil frente a la eclesial, hasta la civilidad o no de los debates televisados; sin olvidarse de retratar -con fina ironía- a instituciones intrínsecamente tan británicas como la monarquía, el té, el rugby, los tatuajes o... 'El pub'
"Los pubs ingleses no se han adaptado a los tiempos: no han seguido el camino de las tabernas españolas, reconvertidas, como el país entero, en lugares de diseño, en locales muy guays y postmodernos, sino que han permanecido exactamente iguales a sí mismos, barrocos, extraños, acogedores, llenos de maderas muy pisoteadas y chimeneas que chisporrotean y cuadros con escenas de barcos y partidos de rugby, deliciosamente anacrónicos. En ellos habla y bebe la gente. Aunque eso no quiere decir que se conozcan."


Eduardo Moga durante la presentación del libro,
flanqueado por Vico y Cilleruelo

Para Moga, el fin más alto de la literatura es "hacernos sentir más, vivir más, ser más". Y defiende la validez del diario como Literatura, con mayúsculas: "un diario no es otra cosa que una forma de esculpir el recuerdo, y lo esencial, a veces, es lo mínimo". Por ello, a lo largo de un año entero, se comprometió a narrar en su blog una historia diaria ("la inmediatez ha sido premeditada"), en las que podía entreverse la evolución de su grado de acomodo o desacomodo a la vida inglesa. "Un diario exige mucho pudor, cierta autocensura y algo de comicidad, saber reírse de uno mismo", quiso puntualizar. El blog no cuenta con imágenes, sólo la palabra prevalece:
"Ayer supe de la muerte (...) de Félix Grande, mientras cruzaba el puente Alberto: leí la noticia en El País. En aquel momento de tránsito -el suyo y el mío-, el mundo parecía tristemente homogéneo: la tarde se difuminaba en el ocaso, y la grisura de la luz que huía se sumaba a la del agua del Támesis, tenuemente plateada, y a la de la bruma, deshilachada entre los plátanos y los sauces. Todo, aire, agua y cielo, parecía cristalizado en un cendal de estaño, envuelto en un sudario sombrío, desgarrado apenas por el frenesí lumínico de los puentes -el de Chelsea, en la distancia, y el del propio puente Alberto- y los puntos suspensivos de las farolas y los coches en ambas riberas del río." ('El club de los poetas muertos')

El autor de Insumisión (Vaso Roto, 2013), uno de cuyos poemas aparece en la entrada 'Don't let idiots ruin your day' ("Los incapaces de silencio: imbéciles..."), se definió como "libresco", y admitió que aunque había llegado tarde al mundo de la blogosfera, "ahora no me quiero ir". Declaró sentirse muy cómodo con este tipo de escritura, llamémosla prosa poética de viajes, más natural y fluida, a diferencia de su medio habitual, la poesía: "Sólo si la palabra se resiste, es poesía". 


La presentación finalizó con la lectura de Moga de una de las entradas últimas del libro, 'Moqueta', buen exponente de esa mezcla de ironía y detalle que recorre toda la obra. Extractamos aquí un párrafo. Hasta el próximo post sinfónico, salud.
"La principal diferencia entre ingleses y españoles no es el idioma, ni el clima, ni la comida, ni siquiera Gibraltar: la principal diferencia entre ingleses y españoles es la moqueta. No hay nada que agrade tanto a unos y que disguste tanto a otros. Para los ingleses, es una comodidad doméstica, que se explica por el clima húmedo y frío: arropa y da calor; permite ir descalzo y tumbarse agradablemente en el suelo (junto al perro). Para los españoles, y, sobre todo, para las españolas, es una cuestión de higiene, porque la moqueta atrapa la porquería como Urdangarín atrapaba sobres o Jordi Pujol, herencias."

PS: el blog Corónicas de Ingalaterra continúa vivo, aunque ya sin periodicidad concreta, puedes seguirlo aquí